lunes, junio 25, 2007

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SAN MARTÍN JILOTEPEQUE, UN LUGAR QUE ENCIERRA SECRETOS

Por Ángel Elías

Llegar al municipio de San Martín Jilotepeque en el departamento de Chimaltenango conlleva una travesía por un camino quebrado, pero que se encuentra lleno de paisajes y aventura. La geografía de este municipio, hace que contenga distintos climas que se perciben a lo largo de sus dieciocho kilómetros que lo separan la cabecera departamento.

Claro que no sólo el espíritu aventurero inunda la expedición, San Martín formó parte de la historia nacional desde la época precolombina hasta nuestros días. Esta Villa, elevada a este rango en el año de 1825 por acuerdo gubernativo, guarda es sus entrañas un legado de tradición que influyó en el desarrollo histórico del país. Jilotepeque que en idioma Nahualt significa cerro de elote, antes de la conquista fue fundado por los kaqchikeles, su ciudad se conoce erróneamente como Mixco Viejo, teniendo un origen kaqchikel y no pocomam como se creía. Su nombnre según el investigador Guillermo Paz Cárcamo es de Chwa Nima Ab’äj.

Obsidiana, El Oro Negro
En el valle los hallazgos de las diferentes regiones indican que la obsidiana de Jilotepeque fue explotada desde tiempos tempranos y dicha actividad parece cesar en el formativo terminal para reaparecer en el clásico tardío especialmente en sitios de la Costa Sur de Guatemala y Chiapas.
Entonces la razón de las visitas a San Martín antes de la colonia era la dependencia de sus productos como el maíz, fríjol, ayote, y la extracción de obsidiana. La población del formático temprano explotaron tres recursos: Tajumulco, El Chayal y Jilotepeque. La importancia de Jilotepeque en la extracción de obsidiana radica en conocer la importancia de este material para los poblados mayas-indígenas, ya que de la obsidiana sacaban sus herramientas de trabajo, o la utilizaban de manera decorativa.
En la región a la obsidiana se le conoce como “Chaye”, y existe una de las canteras más grandes de este material en el país. Este lugar recibe el nombre de Pachay, (Lugar de Chayes) donde han encontrado vestigios prehispánicos. Los cuales se pueden apreciar en la biblioteca de la localidad.

El municipio como punto comercial
Ya en tiempos de la colonia después de la caída de la ciudad de Xilotepeque, que fue una de las últimas fortificaciones en sucumbir, los colonizadores decidieron buscar otras tierras para asentarse. Por lo que eligieron el valle donde ahora se asienta el municipio. Las tierras de climas más templados fuero seleccionadas por los Dominicos, quienes acompañaban a los colonizadores en la cristianización de los conquistados. La historia señala como 1542 como la fecha de fundación del municipio, pero otros datos sugieren 1545 (IDAEH).
La época colonial, fue un lapso importante para este municipio ya que era el punto comercial intermedio entre el altiplano guatemalteco y la Capitanía General del Reino. El sector agrícola era el sustento económico del municipio.
Guatemala por ser un territorio sísmico a lo largo de su historia ha sido sacudidos por varios de estos desastres. Por ello familias de la entonces capital de Guatemala, a raíz del terremoto de Santa Marta en 1773, de lo que hoy es Antigua Guatemala se trasladaron al municipio buscando seguridad después de aquel desastre telúrico.

San Martín, Capitanía General del Reino
Ya en la época independiente en el año de 1826, el presidente legislativo Cirilo Flores estableció la Asamblea Legislativa en la Casa Real de San Martín Jilotepeque donde se promulgaron algunas leyes, siendo el municipio la Capitanía del los Estados Centroamericanos por algunos días.

¿Dónde está el Parque? (foto CIRMA)
En San Martín Jilotepeque al contrario de casi todos los municipios de Guatemala carece de parque. En el centro de su población se alberga la última Plaza en el país. Se entiende por Plaza a un espacio grande y libre para el intercambio comercial, la divulgación de leyes o para los actos reales o militares. El concepto Plaza es una noción española, donde se pretendía que de ella, los poblados empezaran a formarse. Alrededor de las viejas plazas se ubicaban la iglesia, el edificio municipal, en algunos casos un pequeño portal de comercio y el cementerio. Además de una fuente decorativa al centro de la misma. Durante la época de Justo Rufino Barrios, gobernante guatemalteco que influyó en al reforma, las plazas son suprimidas por parques, que era la moda en Europa. Por alguna razón San Martín Jilotepeque se resistió a este cambio; una resistencia que hace de la Plaza sanmartineca única en su estilo. Esto le valió ser declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
Hoy en día esta Plaza corre el serio peligro de desaparecer, ya que es utilizada en actividades para las que no fue diseñada, como la descarga de mercadería pesada así como de improvisada estación de buses.
La Plaza sanmartineca necesita de una restauración inmediata, para lograr el rescate del último patrimonio con el que cuenta esta población, por su importancia histórica y cultural. Todo, para que este lugar no quede guardado en el recuerdo de una fotografía, dentro del baúl del tiempo.