domingo, julio 30, 2006
domingo, julio 16, 2006
Un Sanmartineco de San Marcos.
Resumir la historia de un prolífico profesor sanmartineco a una entrevista es más que imposible. También es cierto que la vida es una amalgama de experiencias y satisfacciones. Esto lo sabe bien el Profesor William Rodríguez Alfaro, quien desde su casa habitación nos cedió una entrevista a la casa de la Cultura Sanmartineca.
Nacido en Comitancillo departamento de San Marcos, el profesor William Rodríguez, ha dedicado su vida a la docencia. Primero estudiando en Tejutla, luego Concepción Tuatuapa, y trasladándose con la edad a la cabecera de San Marcos para estudiar magisterio. Sus padres también dedicados a la docencia, eran frecuentemente trasladados de escuela en escuela. Por lo que Comitancillo, su lugar de nacimiento, no es más allá de un lugar de referencia, porque salió de él siendo apenas un bebé.
Como todo niño, él considera que su vida fue un tipo de juego, un juego donde montando a caballo se dislocó el brazo o como seleccionado de fútbol infantil del municipio que en ese entonces lo acogía. –era una enorme emoción, jugar y ser seleccionado –recuerda con una sonrisa.
Su carrera docente se forja más por oportunidad que por vocación, ya que su intención principal era ser Perito Agrónomo, pero por la falta de una escuela cercana no logra concretar su propósito, muy afortunadamente como lo dice él, ya que la docencia le ha regalado sus mejores años de vida. Estudiante del INMO (Instituto Normal Mixto de Occidente), William Rodríguez, se integra a la vida de San Marcos, conocido por la rivalidad existente con San Pedro Sacatepéquez, en el que también fue partícipe, recuerda sonriente.
Los entretenimientos de la juventud en ese entonces eran ver los partidos del Deportivo Marquense y el cine. Donde llegaban las películas del momento.
Pero, ¿Cómo llega un Marquense a San Martín?
William Rodríguez, probablemente tiene la sangre viajera de sus padres. O simplemente porque su plaza de magisterio salió para San Martín Jilotepeque en Chimaltenango, lugar que no tenía siquiera idea de que existía.
Acompañado de su padre y con las maletas llenas de ilusiones emprende el viaje desde sus tierras hasta su nuevo hogar en el principio del altiplano occidental.
Al llegar a San Martín Jilotepeque, lo recibe el Alcalde Municipal de ese entonces Roberto Archila Morales y su tesorero Daniel Ángel Gálvez, quienes en un vehículo lo llevaron a su nueva escuela que se ubicaba en la Aldea Choatalum.
San Martín y San Marcos, tiene costumbres muy distintas y eso lo supo el profesor William Rodríguez quien tuvo dificultades para adaptarse al municipio. Dificultades que fueron superadas con ayuda de sus compañeros maestros, donde dice él –conoció a grandes amistades –aunado a la pasión que le tiene al fútbol, que le hizo pertenecer al recordado equipo del Magisterio por 18 años. En un campo que tenía más gramilla, recuerda con nostalgia.
La primeras actividad que recuerda, fue la inauguración del Instituto de Educación Básica local, Instituto Aníbal Alburez Roca. (INAAR).
Los establecimientos donde dio clases fueron de las localidades siguientes:
Choatalum
Los Tunayes
Los Jometes
Xesuj
Para luego regresar a Los Jometes
Conocido como Don William, nos recibe en su casa de habitación
Recuerdos, Recuerdos
El profesor William Rodríguez, recuerda ese San Martín de antes al que denominaban como la Antigua Guatemala en pequeño. Recuerda sus calles, balcones, puertas, construcciones, todo de tipo colonial.
Pero lo más significativo para él, era la Casa Real, lugar donde se hacían los bailes y celebraciones municipales. Allí a donde acudía todo el pueblo sanmartineco de ese entonces. El representativo Ojo de Agua, balneario que caracteriza a la población y que en la actualidad existe.
Vista desde el Cerro
Era fácil en los primeros años de estancia localizar al profesor Rodríguez en el Cerro del Reformador de la población. Quien se quedaba admirado por una estatua levantada en nombre del revolucionario de 1871 y que le da el nombre al lugar: El Cerro del Reformador.
Allí Rodríguez, pasaba más de alguna tarde viendo en la distancia y añorando su querido San Marcos, únicamente esperando el momento de volver. Sin embargo el destino tenía algo distinto para él.
Ya que formó su familia y se quedó de manera definitiva en el municipio sanmartineco. Algunas veces trató el traslado para su lugar de origen, logrando resultados parciales, ya que para ese entonces tenía familia y necesitaba dos plazas, para él y su esposa, Ana del Carmen Sarazúa, que también es maestra.
Casa de la Cultura.
Con el paso de los años, El profesor William, como se le conoce, comenzó con sus proyectos, tomando a San Martín, como población propia. Y surge la idea de fundar la Casa de la Cultura que se empezó denominando Asociación Cultural Sanmartineca. Esto de la mano de Otoniel Buezo y Dinora Sarazúa, quienes integraron por algunos años la directiva.
Juntos instituyeron los Juegos Florales Sanmartinecos y el Zompopo de Oro. Galardón que entregaban al ganador de este certamen.
El Famoso Zompopo sanmartineco
¿Por qué el Zompopo?
Toda persona que no haya comido zompopos en San Martín, no puede decir que estuvo allí, mucho menos que es sanmartineco. Eso el profesor William Rodríguez lo supo al llegar. Y también supo que habían dos condiciones para enamorase del municipio. Uno era tomar agua de la fuente pública ubicada en la plaza principal y la otra era comer zompopo. Él realizó en primera instancia lo de la fuente. Luego por influencia y escondidas de su esposa, que los preparaba, comió (aquellos animalitos que en un principio no le gustaban) quedándose como zompopero de corazón.
Los 31 años de docencia, fueron suficiente para que este personaje estrechara un amor incondicional por el municipio que le dio una vida. -Si dividimos el corazón para establecer cariños, dos terceras partes están con San Martín –justifica Rodríguez su amor por Jilotepeque.
Instituciones y Asociaciones en las que ha colaborado o fundado:
Centro de Bienestar Social como tesorero
Compañía de bomberos 1974. Bombero
Amistad con bomberos de Noruega.
Directiva de los bomberos.
El edificio bomberil sanmartineco que lleva su nombre
Comité de Fundabiem sanmartineco
Mini Teletón San Martín Jil.
Asociación de Jubilados Sanmartinecos.
Además...
Pionero en la presentación de películas, en el municipio. La exhibición costaba veinticinco centavos en ese entonces.
El prof. William con su familia
Preguntamos en detalle y respondió...
Zompopo: Comida, comer buen zompopo
San Marcos y San Martín Jil: Lugares distantes, pero que están en mi corazón
Magisterio: Satisfacciones en el magisterio. No olvido al magisterio, lo llevo en el corazón y a las amistades que he hecho en él.
Familia: Dios quiso que aquí formara mi hogar. Yo sólo no lo hubiera hecho sin el apoyo de mi esposa (Profa. Ana del Carmen Sarazúa) Amo a mi familia
Dios: Quien guía mis pasos y permite hacer lo poco que hago. Sin la fuerza de Dios no hubiera logrado nada.